Mi experiencia con los Sony WH-1000XM4 después de un año de uso: ¿siguen valiendo la pena en 2025?

Antes de los Sony WH-1000XM4, ya había tenido el privilegio de usar sus predecesores, los WH-1000XM3. Para mí, en su momento, eran los mejores audífonos que había probado: un sonido impecable y un sistema de cancelación de ruido que transformaba mis horas de trabajo en la oficina en auténticas burbujas de concentración.

Aunque los XM3 seguían funcionando perfectamente, tuve la oportunidad de venderlos a un compañero de trabajo que también quería experimentar lo que significaba usar audífonos de calidad. Hoy, años después, todavía los disfruta, lo que habla mucho de la durabilidad y calidad del producto. En mi caso, con tantos reviews positivos de los XM4, no dudé en dar el salto.

Uso en el día a día

Mis XM4 se han convertido en compañeros inseparables.

  • En la semana, son parte de mi jornada de programación: largas horas frente al computador sin distracciones.
  • Los fines de semana, me acompañan en casa con música inmersiva que me permite desconectar del ruido externo.

Gracias a su estuche, llevarlos de un lugar a otro es práctico y seguro. Podría decirse que solo no los uso cuando voy al cine (y por obvias razones).

Calidad de sonido

No exagero al decir que son 10 de 10. Los bajos y graves suenan impecables, y cada detalle en la música o los podcasts se disfruta con nitidez. He probado audífonos de diferentes marcas, precios y gamas, y Sony, sin duda, hizo muy bien su trabajo aquí.

Cancelación de ruido

La cancelación de ruido es simplemente impresionante. Con solo encenderlos ya sientes una reducción notable, pero al reproducir algo, el mundo exterior desaparece. A tal punto que mis compañeros de trabajo han tenido que tocarme el hombro para llamar mi atención.

Comodidad y diseño

Trabajo en jornadas de hasta cinco horas seguidas y jamás he sentido incomodidad. Incluso ha habido días en los que, sin darme cuenta, pasé más de diez horas con ellos puestos: no pesan, no generan calor, y nunca me preocupan cortes de batería en medio del día.

Batería y carga

Aquí los XM4 brillan: con solo unos minutos de carga rápida tengo batería suficiente para media jornada. Basta con dejarlos cargando mientras almuerzo y el resto del día está cubierto.

Funciones prácticas

El control táctil es útil para volumen y canciones, pero lo que realmente cambió todo respecto a los XM3 fue la posibilidad de conectar dos dispositivos a la vez. Escuchar música desde el computador y contestar una llamada en el celular sin tener que reconectar manualmente es una comodidad enorme.

Durabilidad después de un año

A pesar del uso intensivo, el desgaste ha sido mínimo. Las almohadillas son fáciles de reemplazar, el sonido sigue intacto y la batería aún dura hasta tres días sin recargar. Eso, para mí, es garantía de que no son un gadget pasajero, sino una inversión sólida.

Más que un gadget: una herramienta de vida

Los XM4 se han vuelto parte de mi rutina. Ponérmelos, incluso sin reproducir nada, activa en mí el “modo super concentración”. También los uso para meditar, porque me permiten aislarme del entorno y conectar conmigo mismo.

No son solo audífonos: son una herramienta que me ayuda a trabajar mejor, a relajarme y a mantener mi enfoque. Tanto así que, en más de una ocasión, he tenido que regresar a casa solo porque los olvidé.

¿Siguen valiendo la pena en 2025?

Sí, absolutamente. Un año después, los Sony WH-1000XM4 siguen siendo una compra que recomendaría a cualquiera que valore la calidad de sonido, la cancelación de ruido y la comodidad.

Eso sí, ahora tengo la mirada puesta en los WH-1000XM5. Quizá repita la historia: que alguien más pueda heredar estos XM4 y seguir disfrutándolos mientras yo doy el siguiente paso.

Antes que te vayas…

¿Tú cómo acompañas tus momentos de concentración o desconexión? ¿Con música, silencio o algún otro ritual? Me encantaría leerte en los comentarios.

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